Informe técnico y valoración individualizada en todo conflicto de pareja que incluya un animal de compañía
Los animales de compañía, nuestras mascotas, son seres sensibles (y sintientes) a los que cada día se les profesa más cariño, equiparable o superior al que se le pueda tener a muchas personas. Forman parte de nuestras vidas y en la mayoría de los casos los hemos visto crecer o bien, tras un proceso de adopción, hemos conseguido que alcancen una vida mejor. En todos los casos, pasan a ser un miembro más de la familia y en muchos de ellos, dan equilibrio a la relación de pareja.
Los animales no son cosas, tienen sensaciones físicas y psíquicas y perciben y transmiten emociones y estados de ánimo. Habrá por tanto que respetar su cualidad de ser sensible, ejercitando sobre ellos las facultades de propiedad y del derecho de uso y disfrute pero siendo responsables en cuanto a su custodia, cuidado y condiciones de bienestar animal.
Ante crisis de pareja o matrimoniales y puesto que muchas veces se crean relaciones de afectividad próximas a la conyugal, pueden presentarse dudas o enfrentamientos en cuanto a la custodia o bien en lo que se refiere al régimen de visitas o estancia durante las vacaciones. Igualmente, se deben considerar y valorar los gastos derivados de su cuidado, manutención, higiene, atención veterinaria, pólizas de seguros contratadas, situaciones sobrevenidas, etc.
Primará el bienestar animal y se evitarán situaciones que puedan generar trastornos psicológicos en los animales tales como fobias, ansiedad, depresión, estrés o bien la presentación de estereotipias.
La valoración individualizada de cada caso junto con la elaboración de un correcto informe técnico serán un magnífico soporte y de gran ayuda para resolver todo conflicto de pareja que incluya un animal de compañía.